Milagros Benianos, 1º Parte

Sabemos que Ben fue el responsable girar la Rueda congelada, para mover la Isla, continuando así la tarea que realizó durante más de una década: mantener los secreto de la Isla bien protegidos (tal vez DEMASIADO protegidos…). Pero aparte de este acto divino el DiosBen es responsable de una interminable lista de milagros entre los que, en la entrega de esta semana, destacamos los siguientes:

Curación de la fiebre de la cabaña (San Jin-Sun 4:07): “…de todas las sagradas apariciones que hemos presenciado esta fue la más breve y malograda…la aparición de Santa Regina. Esta contrajo la temida e inentendible fiebre de la cabaña, por lo que el Dios Ben le recomendó que repose su cuerpo en un baño de agua salada. El problema fue que ella se lo tomó muy al pie de la letra y para colmo quiso mandarse un milagro tratando de caminar sobre el agua, acto que no pudo lograr por su falta de fe, por la corrupción de su alma, y por los 75 kilos de cadenas al rededor de su cuerpo que la hicieron caer más bajo que Josh Holloway…Pero la fiebre se le curó”.

Materialización de una craker (San Apostólic6 4:12): “…y el Dios Ben marchó seguido por dos de sus seguidores (valga la redundancia) hasta la tierra de la Orquídea, para realizar el milagro de mover la Isla. Primero Dios Ben los persuadió para que lo auxiliaran. A San John lo convenció con la promesa de conocer los secreto mejor guardados de la tierra prometida y de pasar a ser el nuevo líder de la población que allí vivía y a San Hugo….bueno, lo convenció con una galletita que materializó de abajo de una caja en el piso”.

A raíz de este milagro muchos detractores de nuestro culto han planteado la paradoja que dice: “¿Puede DiosBen darle tanto de comer a San Hugo, que él mismo no pueda levantarlo de lo pipón que quedó?”, cuya respuesta es...mmmm, bueno, si...eeehhh, sí puede, más o menos en realidad... o depende de cómo se mire, esteeeee, total es todo cuestión de Fé, no?
De cualquier manera este no sería el único caso en que alguien hace increíbles milagros con lo que levanta, sino miren a Doiminic Monaghan…

También varios fieles de la Iglesia Beniana se han dado cita en la cochera 23 del estacionamiento “Ernestino Burruchaga e Hijos” situado en el corazón del barrio bonaerense de Villa Luzuriaga, donde han montado un altar alrededor de una extraña mancha en una viejo muro que ha formado la milagrosa silueta del Dios Linus.

Aunque no falta quien salga a refutar tal fenómeno con inverosímiles e irracionales explicaciones, atribuyendo la corporización divina a una mera mancha de humedad en la medianera, y que todo está en la mente de la gente que solo “ve” a DiosBen porque tiene una necesidad de creer. Puras patrañas.