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martes, 1 de septiembre de 2009

Milagros Benianos, 4º parte:

Nos encontramos nuevamente, hermano en la fe de Dios Ben, para festejar las buenas noticias que nos llegaron en la 5º entrega de la saga Darltoniana. Ben vivó lo suficiente (no como otro que mejor ni nombrar) para encontrarse cara a cara con el viejo profeta Jacob, y para retribuirle a este todos esos años de liderazgo y sacrifico, en forma de sagarada misericordiosa cuchillada en el medio del pecho y posterior rostización a fuego lento. Luego de que nuestro héroe DiosBen mostró que se puede ser protagonista en ambas línea de tiempo y aprovechando los constantes saltos en la continuidad rematamos la 4º entrega de los milagros Benianos que ya quedaron bastante anacrónicos, pero seguro que San Jin estará oportunamente allí para aclarar cualquier hecho confuso del pasado. La crónica de los milagros en todas las religiones han sido parte fundamental de la figura de sus dioses, por ejemplo: el dios musulmán que volaba se llamaba ‘Alá’, y el profeta hebreo que hacia recuperar la vista a los ciegos era ‘Yahvé’. Así que les dejamos una pequeña reseña de los milagros que, desde hace 5 años, se Ben cotidianamente en nuestra serie…

Salvación de la otra mujer (Santa Juliet 4:06): “…y dado que la llegada de una “Tempestad” dejó a sus fieles seguidores confundidos y disconformes, Ben tuvo que tomar parte en la vida amorosa de Santa Juliet y San Goodwin, para que este bodrio fuera interesante. Y con sus gestos y sus frases, hizo pasable este capítulo…de la historia”.

Control de las aguas en las tierras de la Hydra (San Jack 3:01): “San Jack en uno de sus taaaaanto episodios…de terquedad y violencia, amenazó de muerte a Santa Juliet. Mas, al ver Dios Ben, que San Jack tratando de huir desató un gran torrente de agua, decidió sacrificase por ambos y agotó con gran esfuerzo sus poderes sagrados frenando el avance de la cascada y abriendo las aguas, salvando así la vida de San Jack y Santa Juliet”(Escrituras apócrifas afirman que en realidad Ben no se sacrificó heroicamente por San Jack y Santa Juliet, sino que salió corriendo, dejándolos por las suyas, y que lo que abrió no fueron las aguas, sino que fue una puerta, para zafar él y dejarlos encerrados a los otros dos con el agua al cuello).
La multiplicaron de los pescados a través de San Jin (Santos Tailies 2:07): “Y Dios Ben aprovechó el Santo Domingo de descanso para realizar la sagrada ceremonia del asadito ritual. E invitó a todos sus fieles a cenarse un jamoncito con Santa Ana…Lucía y el resto de los de la cola. Entonces le encargó a San Jin que le consiguiera alimentos para preparar la cena. San Jin fue a comprar al supermercado chino de Miles, pero al ver que este le reclamaba 3.2 millones por la compra San Jin usó la táctica de confusión oriental por excelencia….hacerse el que no entendía el idioma. Por lo que Ben lo mandó a buscar dos pescados, entonces San Jin fue hacia las costas de la Isla y apeló a las técnicas que le había inculcado su maestro de pesca en Corea, el Sensei Tararira. San Jin vio dificultosamente (por la forma de sus ojos) el poder pescar dos peces, ya que eran aguas santas y “estaban libres de pescado”, por lo que decidió solo pescar uno y llevarlo a San Jack, como para compensar. Una ves dispuestos en la parrilla, DiosBen le hizo la morcilla a San Eko, el róbalo a Kate, el chorizo a San Tom y a Nikki y Paulo, como corresponde, les hizo el vacío. Pero DiosBen tuvo que ejercer sus poderes sagrados mágicos para multiplicar los pescados que San Jin había pescado, cuando se percató de que a la cena había caído San Hugo”.

Purga de Extras y otros personajes infértiles (Cuac!) (San Jack 3:25): “Cuando Santa Kate y San Jack se convirtieron a la Iglesia Beniana solo reclamaron una prueba de fe, una señal de paz, y 4 palos verdes por temporada que les ayudaran a pagar su humilde morada 5 estrellas en las costas de Hawaii, laburando 3 meses al año. Los Oráculos del monte Darlton, al ver que esto se les complicaba, pidieron al Dios Ben que eliminara a todo personaje que no fuese necesario….para este culto sagrado, pero Dios Ben, en su infinita misericordia y benevolencia...aceptó gustoso, jejeje. Mientras tanto San Charlie encontró una estatuilla sagrada de la virgen y notó escrita en ella una frase de Dios Ben en la que se refería a las virtudes de la Virgen: “Incorpora a tu interior las bondades de esta sagrada heroína”, cosa que Charlie interpretó de otra manera…por lo que Ben encomendó a San Mikhail, que entre paréntesis había resucitado de nuevo, que empezara la Purga de Extras limpiándolo primero al Hobbit”.
(Santos Apostólic6 4:14): ”Luego Ben también creyó que debía vengarse de Santa Sun ya que esta era infiel a los principios Benianos...y a su dorima!. Por lo que Dios Ben decidió matar dos pájaros de un tiro (y dos extras de una explosión), y apuñaló al soldado widmoriano Martin Keamy, para vengar su hija, la semi-diosa Santa Alex. Pero como al Dios Ben le pareció muy poco mancharse las manos con sangre solo por esta pequeñez…de paso hizo hacer volar los 168kg de C4 del Arca de Charles, para que murieran otros 50 extras, más o menos. Entre ellos estaba San Jin, quien desde ese día viajó por tiempo y espacio pasándoles de todo menos influir en la trama, pero se merecía el castigo de Dios, ya que, al igual que su padre, era pecador….uuuuh, o era peScador?, buéh no importa, de cualquier manera el personaje ya no daba para más y bien cajoneado está…”.

El milagro de la ceguera de Evangeline: Este milagro está considerado como el más increíble, y difícil de logar. Una noche DiosBen estaba escuchando los rezos de sus fieles a través del Coaxil Divino y se mostró dispuesto a realizar el milagro más grande, uno gigante, un milagro de proporciones bíblicas (Cuac!) para ganarle una apuesta a Moisés. DiosBen eligió el deseo que le pareció más improbable y absurdo para hacer realidad, y este correspondía a las plegarias que un muchacho hobbit originario de Manchester, Inglaterra, quien pronunciaba religiosamente (Cuac!) una oración todas las noches, en la que le pedía al DiosBen poder levantarse a Evangeline Lilly. DiosBen, ya preparando la guita para pagarle a Moisés, envió a este joven y le dio ánimos y esperanza para encarar y seducir a Evie, cosa que asombrosamente logró. Este es el único momento registrado de la Historia en que Ben no tuvo fe, y el único suceso que ni Dios es capaz de explicar.
El destierro y entierro de los ladrones: (Chanta Nikky y San Paulo 3:17): Según cuenta este capítulo de la Biblia, Chanta Nikky y San Paulo eran dos artistas del engaño, que buscaban el estrellato y se unieron al grupo de trabajo de los Santos Apostolosties, pero Dios-Ben ordenó a los Oráculos que los expulsaran ya que en su única aparición fueron opacados por la intervención de San Leslie, lo que demostraba sus carismas. Así estos dos ladrones, que interpretaban a Nikky y Paulo en la serie, decidieron abandonarla y volcarse al trabajo de teatro, especificándose en las escenas Underground, aunque fueran de poca monta y tuvieran mucha gente sobre sus cabezas y se sintieran pisoteados. Sin embargo ambos ladrones consiguieron, lamentablemente, robarnos algo muy importante, que hasta el día de hoy los seguidores Benianos aun lamentamos… se robaron UN CAPÍTULO DE LA 3º!!

La media sanación de la cara del padre coreano (San Jack 1:02): “Santa Sun se sentía muy afligida y cansada de ver como ella era obligada por su opresor marido a usar pantalones largos, mientras que las demás santas tenían la libertad de andar en bikini por toda la tierra prometida. Podemos decir entonces que lo que Santa Sun básicamente quería era sacarse de encima al Jean. Entonces, para recuperar su fe en Dios, esta le pidió al Dios que realizara el milagro de curarle la hemiplejia facial a su padre. Por lo que Ben visualizó la cara de este buen hombre en su mente y envió una ráfaga de poder sagrado hacia Corea (o mejor dicho a Asia, Corea), pero en realidad esos poderes no le llegaron al Sr. Paik sino al Sr. Kwon. En principio Santa Sun creyó que se trataba de otro caso de mutación bi-corporal tal como le había sucedido a la madre de Claire o a Penny, pero luego, enfadada, le reprochó el error a DiosBen. Y este le respondió en su habitual nobleza y rectitud: “¿Y, qué querés, hermana?, si ustedes, los chinos, son todos iguales! Volvete a la tintorería!!” Santa Sun, ofuscada con los habitantes americanos, le preguntó a su marido: “Jin, ¿Por qué los occidentales dicen que somos todos iguales, y no son capaces de distinguirnos?” a lo que este le respondió: “Yo soy Miles, china idiota!”